Las ciudades escocesas son una mezcla perfecta de historia y modernidad. Desde la majestuosidad de Edimburgo hasta la vibrante Glasgow, cada ciudad tiene su propia personalidad y atractivos. Además, la historia escocesa es fascinante, desde las batallas épicas de los clanes hasta la coronación de los reyes en el Castillo de Edimburgo.

La cultura y el arte son parte de su esencia. La música y danzas tradicionales son una muestra de la pasión y la energía de su gente. Visitar la Galería Nacional de Escocia, y su impresionante colección de obras maestras es un paso obligado para quienes visitan este bello país.

Uno de los puntos del listado del porqué conocer Escocia, es su gastronomía. Desde el famoso haggis, un plato tradicional hecho con carne de cordero, cebolla, avena y especias, hasta el salmón ahumado de la costa oeste, su comida te sorprenderá. Una parte importante de las degustaciones tiene que ver con su bebida más famosa, el whisky escocés, elaborado en las destilerías más antiguas del mundo es un paso obligado.

Escocia es sinónimo de castillos, y son un verdadero tesoro histórico y arquitectónico. Desde el majestuoso Castillo de Edimburgo hasta el icónico Castillo de Eilean Donan, cada uno con su propia leyenda y encanto. Los fanáticos de leyendas e historias de reyes y reinas, no pueden perderse la oportunidad de visitar estos magníficos lugares.

La belleza natural de Escocia es indescriptible, solo estando sumergida en ella se puede visualizar su inmensidad; desde sus impresionantes acantilados costeros hasta las majestuosas montañas de las Highlands. Los amantes de la naturaleza no pueden dejar de visitar el Parque Nacional de Cairngorms, hogar de la fauna y flora más espectaculares del país.

Escocia es un destino que deja con ganas de más; su magnífica esencia cala profundo en los sentimientos de todo aquel que visita este bello país.